Nadie puede negar que la industria de los comics no se encuentra en su mejor momento ni de cerca. Mucho tiempo ha pasado desde que los fans esperaban cada nuevo comic como el episodio de la serie del momento. Nos guste o no, Spider-man ha sido una de las causas que han ayudado a esta decadencia en la industria de las historietas superheroicas.
Una imagen vale más que mil palabras, por eso no hay nada mejor que empezar con este ejemplo; saben cuantos años separan a estas dos páginas? 18, 18 años. Lo peor es que en vez de envejecer, Peter parece hasta más joven.
Se dice que el que conoce 2 o 3 cosas bien ya lo puede conocer todo, en este caso se aplica perfectamente esta frase, si no te has leído nada del trepamuros en los últimos 20 años no te has perdido literalmente nada relevante. Los superhéroes y especialmente spider-man son el sísifo de nuestra era.
Derrota al duende verde por milesima vez, se separa de mary jane y busca un trabajo estable, y esto es en bucle al igual que los esfuerzos del mito griego de llevar la roca a lo alto del la montaña para que finalmente vuelva a caer. La palabras crecimiento y desarrollo no existen a la hora de escribir Spider-man. Cuando el cómic está a punto de hacer algo grande, de cambiar el status quo, de llevar la roca a la cima, vuelve a caer todo y empezar desde el principio, cuando creemos que por fin van a cambiar las cosas llega un nuevo escritor y sin tener en cuenta nada de lo anterior escrito vuelve a resetear al personaje
El público busca nuevas historias, quieren algo nuevo y hasta cierto punto algo más profundo, nadie pide que Spider-man sea el nuevo Watchmen, pero sí que su mundo sea consecuente y se tome en serio al personaje al igual que al lector.
Una vez escuche decir en una entrevista a uno de los escritores más proliferos del personaje en los ultimos años decir que «estaba emocionado de usar nuevos juguetes» refiriéndose a Spiderman y su mundo; esta frase detalla perfectamente como ven algunos de los escritores al extenso mundo de Spider-man, simples juguetes.
No intento tomármelo enserio, pero es triste el potencial de estos últimos años y lo mal empleado que está el personaje. Al igual que el mito de sísifo de Camus; «hay que imaginarse a Sisifo feliz». No nos queda de otra, solo esperar pacientemente o dejar de leer los nuevos cómics que vayan sacando, o mueres como un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano. Aquí se aplica la segunda opción.
Aun así no quiero terminar esta reflexión de manera desesperanzadora, yo soy el primero en admitir que dentro de este inmenso desierto hay pequeñas joyas descubiertas o por descubrir, y deberíamos de fijarnos en eso, no nos centremos en los miles de granos de arena irrelevantes e iguales, apreciemos esas pequeñas y diversas joyas que son al fin y al cabo las que importan. «Hay que imaginarse a Peter feliz».